Agricultura Tradicional
La actividad agrícola en el altiplano se realiza según las temporadas siguientes: Jallu Pacha (temporada de lluvias intensas), Juyphi Pacha (temprorada de bajas temperaturas) y el Awti Pacha (temporada de vientos fuertes o de escasez). Las familias en el altiplano esperan con ansias la bendición de la pachamama: con las primeras lluvias, alrededor del 30 de agosto, las familias comienzan a sembrar la quinua, la oca y habas. Otro indicador para la actividad agrícola son las señales. Estas permiten interpretar cómo será el comportamiento del clima para la campaña agrícola. Por ejemplo, las lluvias estuvieron ausente este 30 de agosto por lo que se deduce que será “Taypi Mara” (la segunda siembra será buena). Otras señales fueron la flor de sankayu, la flor de kariwa, los huevos del lekecho, y el aullido del zorro.
El roturado de tierra (qhulliña) es la actividad que da inicio a todo el el ciclo de producción agrícola. Para esto, las familias eligen el terreno en donde realizar la siembra; ya sea terreno propio y/o alquilado. Luego se realiza la selección de semilla (jathachaña) para luego realizar la siembra phawaña en el caso de los granos andinos y sataña en el de los tubérculos. La siembra de semillas va acompañada del guano (wanuña) en el que se echa el abono del estiércol de llama, oveja o vaca en los surcos. En la época de crecimiento de las plantas de papa se realiza dos aporques (acondicionar con tierra a los tallos) esto se denomina thumiña y kawaña.
En la época de los carnavales, las familias esperan con ansias los primeros frutos. Con diferentes ceremonias y rituales reciben y dan gracias a la pachamama por la bendición de los alimentos. Esto da inicio a las primeras cosechas denominado llamayuña (escarbar papa) o apaquipaña en el caso de los granos andinos. Al término de la cosecha es necesario realizar la trilla de quinua, cañihua, cebada, centeno y habas, lo cual se denomina jawkaña. En el caso de los tubérculos como la papa, este proceso termina en la elaboración del chuño para su posterior almacenamiento, actividad que en aymara denominamos chu´ñuña.